Dónde comer en el Pirineo aragonés – 21 bares de Tapas
Tras muchos viajecitos y excursiones por el Pirineo aragonés, hemos recopilado una lista de 21 bares de tapas y algunos restaurantes que no te puedes perder. Salir a comer por sitios que no conoces no es tarea fácil. Ya sabéis que los letreros y la decoración os pueden confundir, así que aquí pretendemos completar vuestra info sobre buenos sitios donde comer en el Pirineo aragonés. Y os aseguramos que no os váis a arrepentir.
El Pirineo aragonés está formado por unos cuantos valles agrupados en 4 comarcas, dentro de la provincia de Huesca: La Jacetania, Alto Gállego, el Sobrarbe y la Ribagorza. Vayas a la zona que vayas, aquí vas a encontrar una buena opción donde comer.
Nosotros no somos de ir de restaurantes, la verdad, preferimos comer de tapas o de raciones porque así probamos más cosas. Si nos tomamos un par de cañas con 4-5 tapas y un par de raciones, somos felices. Si tú eres de los nuestros y te mola salir por el monte, no te pierdas esta recopilación que hemos hecho de bares de tapas en el Pirineo aragonés.
Advertencia: la lectura de este post puede generar unas ganas locas de salir de casa.
De tapas por La Jacetania
Jaca
Con 13.000 habitantes imagina la cantidad de bares que puede haber. Echa un vistazo a Tripadvisor y verás: más de 80 sitios donde comer. Demasiados para elegir ¿no? Si quieres acertar de verdad, estos son los bares de referencia de Esto va de Tapas.
Una buena ruta de vermuteo por Jaca comienza en La Campanilla porque como dice allí, patata y caña, lo mejor de España. Pues eso, que allí se pide patata asada. Degústala despacio, se lo merece.
Con la tripa ya bien asentada, ya podemos ir al bar Marboré. Verás que tiene una barra muy bien surtida y muy bien presentada. Y además no se les va la mano con los precios, que también es de agradecer. Allí también recomendamos las patatas Marboré, que nada tienen que ver con las otras, y eso que también van con piel. Y la hamburguesa (sin pan)… con yuca y trigueros.
Como suponemos que te quedan fuerzas, deléitate con la barra de La Tasca de Ana. Rodolfitos, alcachofas rebozadas, sugerencias semanales… cómetelo todo. Imprescindible si pasas por Jaca. Consejo importante: suele petarse, id pronto.
Ansó
Tras unas cuantas incursiones por la zona, nos decantamos por recomendar La Borda Chiquín, a medio camino entre Ansó y Zuriza. Una borda típica de la zona, rodeada de árboles, con una terraza preciosa y unas vistas espectaculares. Comida casera servida en bandejas plateadas de las de toda la vida. Costillas de ternasco y unas migas que hablan solas.
De tapas por el Alto Gállego
Biescas
Este pueblo del Valle de Tena tiene mucho que ofrecer en cuanto a tapeo se trata. Apúntate todos estos bares para hacerte una buena ruta tapera:
Tiki: impresionantes bolitas de bacalao y salmueras “cero”. Muchas opciones de tapas de vinagrillos y raciones ricas.
La Bodega de Pepe: impresionante local, con una terraza enorme. Buena brasa, buenos caracoles y buenas croquetas. Es muy acogedor en el interior, y la decoración es rústica total. ¿Os cuento un secreto? Algunas de las fotos de nuestra boda las hicimos allí.
Taberna Gouda: precioso bar ambientado en Holanda. Impresionantes croquetas de mil sabores, y muy buenas raciones, como los chipirones encebollados. Os recomendamos los cañoneros en salsa picante: langostinos rebozados con salsa de curry picante, una verdadera delicia para los sentidos. Un local super acogedor. Y tiene ¡una torreta de torreznos!
Bar Estacho: un clásico para nosotros. Siempre que pasamos tomamos allí el café con algo de repostería casera, hacen unos bizcochos y tartas buenísimos. Como recomendación básica, las manitas rebozadas: deliciosas. Y además es muy barato: el café no llega a un euro, dos cañas y dos manitas, 4 euros.
Restaurante El Montañés: si lo que quieres es sentarte a disfrutar, o sorprender a alguien, éste es tu sitio. Cocina sabrosa, colorida y sorprendente a un precio más que razonable. Un restaurante de visita obligada, repetirás.
Tramacastilla de Tena
Subiendo por la carretera hacia Sandiniés, en la parte alta del pueblo, está el Mesón Lavedán. Tiene restaurante, pero no hemos llegado a probarlo. Nos hemos quedado en el bar: tiene una barra de esas en las que te plantas, pides dos cañas y… empiezas a mirar a derecha e izquierda y… mmm, no sé, ¿qué pido? Hay tantas cosas que es difícil elegir. Nuestra recomendación es el crujiente de pato, boletus y queso de cabra.
Panticosa
Otro pueblo que tiene muchos bares y restaurantes, además de estación de esquí. De entre todas las opciones que hemos probado, repetimos en el Mesón Sampietro. Las patatas asadas con cebolla están que hablan. Pero ojo, que sólo las hacen por la noche. Y ya que vas, no te pierdas tampoco el chuletón de potro.
De tapas por el Sobrarbe
Aínsa
Mención especial requiere el restaurante más espectacular del Pirineo: El Callizo. No sabemos si contarte lo que allí se cuece. Creemos que es mejor que reserves con tiempo, tengas o no algo que celebrar. No es un restaurante al uso, es una experiencia en sí misma, una función con la gastronomía aragonesa como hilo conductor. Déjate llevar y disfruta. Lo recordarás para siempre.
De los dueños del Callizo, La Carrasca Tapas mola mucho. Tapas creativas en una de las plazas más bonitas de España. A destacar la fondue de gambas con curry verde o los caracoles.
Casa Fes: un restaurante con ganadería propia. De estilo clásico, un asador que destaca por la calidad de su carne. Y si quieres llevarte la carne para regalar o para hacértela en casa, que sepas que justo al lado tienen la carnicería.
Broto
Pizzería La Tea: es una cadena de pizzerías que está en muchos pueblos del Pirineo (Broto, Biescas, Benasque, Fraga…) y en ninguno falla. Pizzas más que buenas, rebuenas. Masa fina y crujiente. Nos flipan las patatas con alioli: una bandeja enorme de patatas asadas con piel, con alioli cremoso. Perfecto para terminar una jornada en el monte.
La Cantera: Buena barra de tapas, bocadillos, raciones, hamburguesas… Un buen lugar para comer o cenar en buen ambiente, con mesas altas. La carne de las hamburguesas es del valle de Broto y está para no dejar ni una miga.
El Perdido: una bar en la zona alta del pueblo, al lado de la iglesia. ¡Qué vistas! Si has estado pateando por el monte, una tostada y una buena jarra de cerveza en El Perdido te sentarán de lujo. Pequeños placeres de la vida.
Torla
El Duende: una de las fotos más clásicas de Torla es la casa del Restaurante El Duende. Piedra y jardineras con geranios le dan un toque especial. Su cocina es sabrosa, contundente y con estilo. Tienes que ir.
Bocatería Marboré: en la carretera que cruza el pueblo, con terraza con vistas a Ordesa. Quizá no te llame mucho la atención, pero para picar después de patear por Ordesa o Bujaruelo es perfecto. Bocatas grandes y super sabrosos, y unas patatas con cheddar y bacon que lo flipas.
Extra de verano: desde la plaza, subiendo por la calle del estanco, al final encontrarás algo diferente. Una caravana, una food truck monísima que se dedica, nada más y nada menos, que a hacer ¡helados a la plancha! Una auténtica delicia. Es una horterada soltar lo del marco incomparable, pero es que en este caso, es así. Las paredes de Ordesa al fondo, y una furgoneta super cuqui en la que una chica te está preparando los ingredientes que le has pedido para hacerte un helado personalizado a la plancha. ¿Qué más se puede pedir?
Buesa
En la carretera de subida a Broto, hay un desvío a la derecha, hacia Buesa. Quédate con este nombre, porque es el pueblo en el que te vas a comer unos de los mejores boletus del mundo mundial. Y unas carnes a la brasa que es difícil que las encuentres mejor hechas. El Balcón del Pirineo, reserva ya.
Boltaña
Casa Coronel: en una placeta a la izquierda de la iglesia está el restaurante Casa Coronel. Techos bajos, paredes de piedra, y un menú de montaña original y cuidado. En la barra, están muy ricas la longaniza y las croquetas de boletus.
De tapas por la Ribagorza
Benasque
El Rabasón: aunque no es ni un restaurante ni un bar de tapas, bien merece una visita. Es la taberna más antigua del valle. Parece una cueva y está decorado con maderas y pieles de animales. Las telas de araña tienen solera y ya son parte de la casa. Pero ojo, que sólo abre de 18h a 22h.
El Veedor de Viandas: en el mismo Paseo de los Tilos, entrarás sí o sí. Siempre está lleno, pero siempre te atenderán bien. Son muy buenos profesionales. Tienen una barra muy bien surtida, y un jamón y un foie de escándalo.
Taberna del Itxarso: el bar perfecto para vermutear. Caracoles al horno, cazuelas variadas de guisos caseros y un Guardia Civil buenísimo, con pan ligero y crujiente.
El Botero de Masueco: no te vayas de Benasque sin probar sus patés caseros, sus croquetas de gallina trufada y su famoso plato de champiñones.
Y hasta aquí las recomendaciones de sitios donde comer en el Pirineo aragonés. Os hemos contado los sitios que más nos gustan, en todos ellos hemos repetido varias veces. Hay más, claro que sí, pero esta es nuestra selección totalmente subjetiva, basada únicamente en nuestra experiencia. Esperamos que os sirva de ayuda. Ya sabéis que podéis dejar vuestros comentarios justo aquí debajo.
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