Vinos Rubio: una tasca de las de antes
Una tasca de las de antes, con sabor añejo, que ha envejecido como pocas. Como un buen vino, ha afinado bien en la calle Santa Teresa de Zaragoza. Merece la pena hacer un pequeño salto en el tiempo para conocer unas de las pocas tascas que, como Vinos Rubio, quedan en Zaragoza.
Lo más llamativo de Vinos Rubio es la gran nevera granate, es enorme, ocupa toda la parte de la barra. Antaño tenía dos partes: la nevera propiamente dicha, y la fresquera, que conservaba el frío de los alimentos con grandes bloques de hielo. Esta nevera ahora mismo sólo tiene función decorativa y de almacenamiento. Grandes tinas de vino, ahora vacías, completan la decoración del local.
La baza principal de Vinos Rubio son los vinagrillos, de todos los tipos y de muy buena calidad que puedes encontrar expuestos en la barra. Cada banderilla suelen servirla en platos diferentes, lo que le da un plus al arte del vermuteo en esta tasca: banderillas de mejillones, chipirones rellenos, gildas, escabeche, boquerones son insertados con gracia mezclados con olivas y piparras dulces. Completa la oferta gastronómica con embutidos de Extremadura y quesos, para tomar en tapas o en raciones, y lomo de bacalao desalado.
Hemos ido ya unas cuantas veces y la amabilidad de quienes atienden la barra es muy de agradecer en estos tiempos en los que proliferan muchos bares con personal incompetente. Da gusto charlar con ellos, siempre dispuestos a comentar sus productos y su local, nevera incluida. El ambiente es muy agradable, con una gran rotación de clientela.
En fin, una tasca buena, bonita y barata, con sabor de antes, buen tapeo de vinagrillos y embutidos, y una decoración sencilla y singular.
Sin duda, volveremos a vermutear en Vinos Rubio. A la próxima me pido vermú de Reus y salmuera.
Vinos Rubio. Santa Teresa de Jesús, 8. Zaragoza. Zona San Francisco.
Cañí y auténtico!
Me encanta este sitio, cada vez que paso por esta calle no puedo resistirme a entrar y tomar una caña fresquita y un escabeche bueno bueno… de los de toda la vida,… altamente recomendable ¡!!
Me encantan los encurtidos, los mejillones en escabeche son mi debilidad… y fue entrar en este sitio y conquistarme los sentidos: el olor a vinagrillo del rico, los colores de las paredes, nevera roja presidiendo… un bar de los de siempre y para siempre.